Cómo valorar si necesitamos un Robot Industrial: La primera pregunta que surge a la hora de decidirse por la automatización de un proceso es la conveniencia de un robot industrial. Las aplicaciones de los robots son numerosas, desde la soldadura robotizada al paletizado, y es seguro que quedan muchas aplicaciones más por descubrir en las que puede ayudarnos un robot industrial, incluso usado o de ocasión. Así que: ¿cómo sabemos si es la mejor opción? Aquí tenemos algunos conceptos a tener en cuenta que esperamos sean de ayuda.

1. Repetición: La primera y más obvia pista que nos lleva a la automatización de un proceso es su repetición: la robótica, como cualquier proceso automático, tiene su razón de ser en la repetición: cuanto más específico sea un proceso, más probable será que cueste automatizarlo.

2. Alcance: El área de trabajo de nuestro proceso también puede inclinar la balanza a favor o en contra de la utilización de un robot: el alcance del brazo robótico más grande fabricado hasta la fecha es de 4.683mm, pero la mayor parte de los robots industriales usados que encontraremos no superan en mucho los 3.100mm. Esta característica puede afectar especialmente en el caso de objetos con determinadas formas o dimensiones. Además del alcance del brazo robótico hemos de tener en consideración también el alcance del útil que instalemos en él, que afectará a su vez a los parámetros del equipo conjunto.

3. Peso: El peso a desplazar es otro factor a tener en cuenta, ya que, aunque existen robots capaces de mover hasta 1.650kg la mayor parte de los que encontraremos en el mercado tienen una carga máxima en punta no superior a los 360kg. Nuevamente tendremos que tener en cuenta el peso de la herramienta que instalemos en la muñeca, ya que ésta afectará al peso y a parámetros como el par total.

4. Espacio: Un robot industrial al uso necesitará un espacio de trabajo: este espacio ha de ser acotado y cumplir con la normativa de seguridad vigente en el territorio. Aunque el coste de los elementos de seguridad sea un detalle secundario, el espacio a ocupar es un factor determinante a tener en cuenta.

5. Prestaciones del robot: Un robot con determinadas prestaciones puede suponer un aumento en el coste de adquisición, pero es importante calcular bien el proceso, ya que un segundo en la velocidad de un proceso puede repercutir en la producción y compensar con creces el coste de adquisición.

6. Facilidad de manejo: Si tenemos experiencia en el manejo de robots industriales sabremos que la facilidad para comunicarnos con él influirá en los tiempos y costes de programación.

7. Precio: Cuál es el coste de nuestro proceso actualmente y cuál el del proyecto de automatización nos dará muchas pistas sobre cuánto tiempo vamos a tardar en amortizar nuestra inversión y sobre si es rentable. Sacar la calculadora y pensar un poco nos ahorrará muchos quebraderos de cabeza.

8. Ingeniería: Un paso fundamental a dar antes de decidirnos por uno u otro robot industrial será comunicarnos con una ingeniería especializada: además de orientarnos con el robot en sí nos ayudará a calcular los costes con precisión.

Existe una creciente necesidad de actualizar los procesos tradicionales de fabricación al entorno automatizado: resulta clave para la competitividad de las compañías en el presente y lo será mucho más en el futuro, como demuestra el creciente peso de los robots industriales en todo el mundo. La falta de actualización y modernización de los procesos, ligada a la necesidad de ajustar costes, ha llevado durante décadas a buscar la deslocalización de los centros de producción y a las pequeñas y medianas empresas a un desequilibrio competitivo cada vez mayor: una solución muy productiva y consecuente a todos los niveles reside en el uso de robots industriales para la automatización de todos aquellos procesos que permitan ajustar los costes y aumentar la competitividad.

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